Al ver las imágenes de Suiza en las páginas web de turismo y en las cajas de bombones, se podría pensar que la fauna y la flora florecen en esta idílica parte del mundo. Lamentablemente, no es así. Las praderas secas, hábitat de más del 30% de las especies vivas del país, incluidas flores, saltamontes, mariposas, reptiles y aves, se han reducido en un 90% desde 1950 debido a la agricultura intensiva, la urbanización y la invasión de matorrales.
Durante los últimos diez años, A Rocha Suiza ha ayudado a agricultores y otros propietarios y operadores de tierras a gestionar las praderas de forma que se proteja la biodiversidad. Sólo el año pasado, A Rocha organizó 12 «jornadas de acción por la naturaleza» en las que 107 voluntarios retiraron plantas invasoras, desbrozaron arbustos y ayudaron a los agricultores a hacer sus tierras más aptas para especies sensibles. Además, realizaron inventarios de lepidópteros (mariposas), ortópteros (saltamontes y grillos) y flora en 11 parcelas de hábitat de pradera seca. Registraron un total de 71 especies de lepidópteros (16 de ellas incluidas en la Lista Roja suiza de especies amenazadas) y 29 especies de ortópteros (12 de ellas incluidas en la Lista Roja suiza). Los informes científicos y los datos del inventario se han compartido con los cantones y el Centro Suizo de Cartografía de la Fauna.
Ursula Peutot, Directora Ejecutiva de A Rocha Suiza, afirma: «Creemos que el trabajo que hacemos en las praderas secas es muy importante. No hay muchas organizaciones de conservación de la naturaleza que se centren en esta zona, y es importante para la biodiversidad en Suiza. También es clave el trabajo que hacemos con los agricultores y el contacto con ellos, para que reciban ayuda práctica para preservar la naturaleza y no se sientan los únicos responsables de la pérdida de biodiversidad, cuando es nuestra sociedad global la que les ha llevado hasta ahí».