El 5 de junio de 2021, en el Día Mundial del Medio Ambiente, las Naciones Unidas lanzaron su Decenio de la Restauración de los Ecosistemas, un grito de guerra mundial para sanar nuestro planeta. El mensaje es simple y serio. Si no iniciamos el proceso de curación ahora, es probable que el futuro sea mucho más sombrío para nosotros y nuestros hijos.
A Rocha International lleva 30 años trabajando en la conservación de los bosques en África. En los paisajes africanos en los que trabaja A Rocha, la presión sobre los bosques es implacable, impulsada por la creciente demanda de recursos, tanto a nivel local como internacional. Si los bosques no prosperan, tampoco lo hacen las personas ni la fauna que depende de ellos.
Al mirar a lo largo y ancho del continente hay un claro movimiento y deseo de proteger los bosques que quedan, restaurar los paisajes degradados y permitir que la naturaleza nos ayude a luchar contra el cambio climático.
La conservación es una cuestión de esperanza. A través del trabajo de nuestro programa de bosques africanos, esto se expresa de varias maneras.
El bosque de Atewa, en Ghana, alberga muchas aves, mamíferos, reptiles, mariposas y anfibios que están amenazados o no se encuentran en ningún otro lugar. Alberga más de 100 especies actualmente en peligro de extinción. Los científicos de A Rocha descubrieron que entre ellas se encuentra el mangabey de nuca blanca Cercocebus lunulatus, una especie rara de mono en peligro crítico.
Cinco millones de personas dependen del bosque para el suministro de agua potable. Hay planes para extraer bauxita -el mineral del aluminio- de las colinas de Atewa. A Rocha Ghana lidera la campaña para protegerlo de la minería y para que se convierta en un parque nacional.
Dakatcha forma parte de los bosques costeros fragmentados de África oriental. Es uno de los diez puntos forestales más amenazados del mundo.
La creciente población depende de los recursos forestales para su subsistencia, como la energía, los alimentos y los materiales de construcción. Gran parte de la zona ha sido dañada por los carboneros y por la madera, pero otra parte permanece intacta.
El trabajo de investigación de A Rocha ha revelado una población de fauna y flora todavía rica y diversa, con un buen número del endémico Sengi de rabadilla dorada Rhynchocyon chrysopygus entre 24 especies de mamíferos, 200 aves y más de 90 especies de mariposas, y contando. El gobierno ha empezado a asignar títulos de propiedad formales en Dakatcha. Esto ha dado lugar a un frenesí de compra de tierras por parte de especuladores de todas partes, y a un nivel de destrucción sin precedentes de este bosque único y de su vida salvaje. Es urgente asegurar lo que queda de bosque antes de que se destruya. Más información sobre la protección de Dakatcha
A Rocha también trabaja para proteger los bosques de Kwande-Obanliku (Nigeria) y el bosque de West Bugwe (Uganda), por lo que cuatro paisajes del continente africano se benefician de nuestro enfoque de colaboración y aprendizaje. Como resultado del trabajo de A Rocha:
¿Financiarás los bosques para asegurar su futuro y el de todos los que dependen de ellos? Los bosques tardan una vida en crecer y un día en destruirse. Nuestra actuación ahora tendrá consecuencias para las generaciones futuras.
Nuestra identidad cristiana nos diferencia a menudo de muchas otras organizaciones de conservación. Creemos que cuidar del mundo natural es una parte completamente normal de la vida cristiana. En la práctica, esto nos ha permitido desarrollar enfoques, junto con las prácticas convencionales, para lograr avances donde otras organizaciones más seculares no lo han hecho, trabajando con las iglesias para conservar el medio ambiente, por ejemplo. Pero lo más importante es que, en todas las situaciones, en todos nuestros proyectos, somos respetuosos con los demás y con sus visiones del mundo y trabajamos a diario con personas de todas las religiones y de ninguna.
A Rocha tiene un fuerte compromiso con los lugares en los que trabajamos, anclando nuestros esfuerzos en paisajes que hemos llegado a conocer bien y de los que formamos parte. Esta conexión con un lugar, reforzada por el intercambio internacional en el marco de este programa, ofrece un enfoque poderoso y duradero, ya que reúne conocimientos, prácticas y redes locales, nacionales e internacionales.
Juntos, queremos aprender, compartir, crecer e innovar, haciendo uso de la rica diversidad de conocimientos que se encuentran en nuestra red. Nuestro trabajo es interdisciplinario y colaborativo por naturaleza y abarca disciplinas como la ecología, la silvicultura, la agricultura, la educación y el desarrollo económico sostenible. Queremos incorporar la resiliencia a los resultados de nuestro trabajo. También queremos catalizar a los grupos locales, nacionales e internacionales para que actúen en apoyo de la conservación de los bosques.