El elefante asiático es el mayor mamífero terrestre de Asia. Son animales extremadamente sociables -forman grupos de seis a siete hembras, dirigidos por la matriarca- y pasan gran parte del día alimentándose de hierbas, raíces, hojas, cortezas y tallos. Su alimento favorito son los cultivos como el plátano, el arroz y la caña de azúcar, lo que a menudo les hace entrar en conflicto directo con los agricultores locales. A pesar de tener el mayor nivel de protección de la India, la supervivencia del elefante asiático se ve amenazada por la destrucción, la degradación y la fragmentación de los bosques naturales, así como por los continuos problemas de caza furtiva de marfil y las interacciones con las personas.
El Parque Nacional de Bannerghatta es un largo pero estrecho fragmento de la extensa region de elefantes de Mysore, que se extiende por los estados de Karnataka, Tamil Nadu y Kerala. Esta región alberga las mayores congregaciones de elefantes asiáticos del mundo y en Bannerghatta viven unos 160 ejemplares. Pero el 40% del límite norte del parque nacional está rodeado por la ciudad de Bangalore, en constante expansión. El paisaje cambia rápidamente de bosque a densos asentamientos urbanos con grandes carreteras y ferrocarriles dispersos. Bannerghatta es quizá el único parque nacional de la India habitado por elefantes que se encuentra tan cerca de una metrópolis urbana. En pocos kilómetros, los elefantes que se desplazan fuera de la zona protegida se encuentran en lo más profundo de los asentamientos humanos.
Cuando los elefantes macho se alejan de la protección del parque nacional en busca de forrajeo, rompiendo las vallas de las granjas y plantaciones, el elefante entra en conflicto directo con las personas, por lo que puede resultar herido, muerto o capturado. La coexistencia con este animal salvaje de gran tamaño, inteligente y a veces peligroso, conlleva a veces pérdidas económicas y peligro para la vida de las comunidades locales.
A Rocha India trabaja en colaboración con el departamento forestal de Karnataka, Asian Nature y el Instituto de Ciencias de India para llevar a cabo estudios de población, educación y sensibilización, que han conseguido una amplia participación. Los elefantes son rastreados y rodeados para evitar que sigan avanzando. Las rutas se planifican meticulosamente para conducir a los elefantes de vuelta al bosque de la forma más rápida y segura posible, tratando de evitar las principales rutas de tráfico y las zonas densamente habitadas. Y se está examinando el uso que los agricultores hacen del paisaje para comprender mejor las interacciones, de modo que puedan desarrollarse ideas creativas –como barreras a prueba de elefantes– para ayudar a resolverlas. Además, A Rocha India lleva a cabo campamentos ecológicos para las escuelas locales, organiza charlas públicas en la ciudad y forma a nuevos guardias forestales.
Vea «Driving Elephants», un largometraje de 26 minutos que muestra las consecuencias de la salida de los elefantes a los espacios humanos, y lea sobre cómo fue filmar la película.